Mitos sobre el sexo anal: la verdad está ahí abajo

¿Sigues teniendo miedo al sexo anal? Aunque a veces el miedo a esta práctica se puede deber a alguna mala experiencia (no vamos a negar que es algo que, si se hace, hay que hacerlo bien), muchas veces, los que asustan son los Mitos Sobre el Sexo Anal. Así, en mayúsculas, como un título de película-documental.

Las malas experiencias con el sexo anal, muchas veces, nacen de esos mitos y del miedo que generan. Porque, para practicar el sexo anal, al menos, las primeras veces, hasta que se le coge el truquillo, es imprescindible tomarlo con calma.

Sin más dilación y para hacer honor a la verdad, vamos a pasar a desmontar…

Los mitos sobre el sexo anal:

Mito número 1: «duele«

Vale: puede doler, pero si no se hace bien. También te dolería entrar en casa sin abrir a puerta, ¿no? La cerradura debe estar bien lubricada. Vale: la metáfora se nos ha ido de las manos. Lubricar y dilatar. En ese orden. Y, después, lubricar más.

Mito número 2: «es muy sucio«

No tiene por qué. Controlando un poco la higiene escatológica y limpiando la zona antes, no tiene por qué haber problemas. Un enema a tiempo puede librarte de algún que otro marrón (nunca mejor dicho). Y, de todas formas, si hubiera algún tipo de accidente, lo mejor es asumirlo con naturalidad (y que nos quiten lo «bailao»).

Mito número 3:»no hay que utilizar condones«

Este si que es falso, pero como una moneda de 2,67. En primer lugar, porque, aunque no hay riesgo de embarazo, el condón protege, en este caso, de las infecciones y ETS. Las enfermedades de transmisión sexual siguen siendo unas amenazas (y si, además, se hacen pequeñas heridas en el acto, el riesgo se multiplica). Además, en el recto viven muchas bacterias que, estando ahí, son beneficiosas para la salud; pero, si les cambias el hábitat, se pueden convertir en infecciones; por lo que, si queréis pasar de sexo anal a vaginal u oral, es necesario cambiar de condón.

Mito número 4: «es cosa de hombres»

Claro: los chicos tienen la próstata ahí puesta estratégicamente para ser estimulada mediante el sexo anal, pero eso no quiere decir que sea una condición sin la cual el disfrute no se puede dar. El ano es una zona muy sensible de los cuerpos masculino y femenino y es posible, incluso, llegar al orgasmo mediante la estimulación anal (sin estimular la próstata), por lo que, si eres mujer, puedes disfrutarlo como la que más.

Mito número 5: «es cosa de hombres gais»

Como ya te hemos dicho, no es cosa solo de hombres y gusta a los hombres sin depender de su orientación sexual. Es fisiológico, pues, estimulando, el cuerpo siente placer. ¿Por qué negarlo?

¡Anímate a destrozar los mitos sobre el sexo anal!

 

7-placeres
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